lunes, 9 de noviembre de 2015

La Sinceridad

A veces resulta difícil y a veces demasiado sencillo como para ser sincero. Hablamos del perdón en los niños, de la necesidad de enseñarles a disculparse sinceramente, a reconocer su error y a tratar de enmendar el daño. Hablamos de educar en valores a los niños, en valores tan importantes como el perdón.
Algunos niños descubren pronto el efecto inmediato del perdón y se ocupan de repetirlo cada vez que hacen algo que no deben. Pero esas disculpas no son sinceras, sino que salen de su necesidad de dar por zanjado el asunto cuanto antes. Otros niños, en cambio, sienten vergüenza, demasiado orgullo o demasiado miedo a las consecuencias como para pedir perdón.
En ambos casos es necesario inculcarles el valor del perdón, explicando los motivos por los que unas disculpas son necesarias. Enseñar a los niños a pedir perdón es enseñarles también valores como la empatía, la honestidad y el sentido de la responsabilidad. Pero el aprendizaje del perdón ha de ser algo gradual, práctico y honesto. 
Un niño que sabe pedir perdón, sabrá reconocer sus errores y también responsabilizarse de ellos. Un niño que sabe pedir disculpas es, además, un niño que sabrá perdonar desde el corazón, que maneja la empatía y que tendrá en cuenta los sentimientos de los demás. Pero como siempre ocurre en el aprendizaje de los niños, la mejor lección es el ejemplo de los padres.

Cómo enseñar a los niños a pedir perdón

Los niños más pequeños no son muy conscientes de que sus acciones pueden herir a otras personas, por eso conviene ir inculcando el valor del perdón poco a poco. Si tu hijo rompe el juguete de otro niño, por ejemplo, puedes hacer hincapié en la tristeza oel llanto de ese niño que se ha quedado sin juguete. La forma de reparar el error, será consolarle y proporcionándole otra distracción.
Para que los niños entiendan la necesidad de pedir perdón, primero deben aprender arespetar los límites. Cuando se salen de esos límites es cuando deben pedir disculpas. Somos los padres los que debemos hacerles ver las consecuencias de sobrepasar esos límites sin recrearnos en los castigos ni remarcar en exceso su sentimiento de culpa porque podría ser contraproducente para que en el futuro reconozcan sus errores.
Tampoco debemos obligar al niño a pedir perdón si se niega a hacerlo. En ocasiones debemos ser nosotros quienes nos disculpemos en su nombre. Pero si el niño se niega a disculparse en todas las ocasiones, es seguro que necesitaremos una buena charla acerca de la empatía y la convivencia.
La mejor forma de enseñar al niño a pedir perdón es con el ejemplo. Muchos adultos también se resisten a aceptar tus errores y a disculparse. Si el niño ve que en su casa se practica el perdón, será mucho más fácil para él imitarlo. Aunque conviene recordarle que una disculpa no basta, sino que debe ser consciente del daño y no volver a repetirlo.



sábado, 7 de noviembre de 2015

La Responsabilidad

La Responsabilidad


La responsabilidad como valor social está ligada al compromiso. La responsabilidad garantiza el cumplimiento de los compromisos adquiridos y genera confianza y tranquilidad entre las personas. Toda responsabilidad está estrechamente unida a la obligación y al deber. Ambos conceptos constituyen la materia prima de la responsabilidad.  
Por medio de juegos o de actividades en grupos, es más fácil y más ameno, enseñar el sentido de la responsabilidad a los niños y estarán más dispuestos a entender sus 'deberes y obligaciones'. Ser responsable en el sentido global de la palabra significa:
1. Responsabilidad hacia uno mismo: Soy responsable de hacer realidad mis deseos, de mis elecciones y mis actos, de mi felicidad personal, de elegir los valores según los cuales vivo y de elevar el grado de mi autoestima.

2. Responsabilidad hacia las tareas a desarrollar: Soy responsable del modo en que distribuyo mi tiempo y realizo mis deberes y trabajos pendientes.
3. Responsabilidad en el consumo: Soy responsable de mis gastos, de cuidar mis cosas y de elegir los regalos de Navidad, cumpleaños...
4. Responsabilidad hacia la sociedad: Soy responsable de mi conducta con otras personas: compañeros de trabajo, familia, amigos y de comunicarme correctamente con los demás.


jueves, 22 de octubre de 2015

Compartir!!!!!




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Se acercan las Navidades, una época muy especial, sobre todo, para los niños. Hay vacaciones, llegan Papá Noel y los Reyes Magos cargados de regalos, y pasamos mucho tiempo en familia. Aunque aprender a compartir es algo que debemos hacer durante todo el año, la Navidad puede ser un momento propicio para hacerlo.
A los niños, cuando son pequeños les cuesta mucho compartir, pasan por la etapa de “mío” y se enfadan mucho cuando otro niño, bien sea un amiguito, su hermano… coge su juguete, su pelota… Hasta los cuatro años, los niños no desarrollan la teoría de la mente, es decir, no son capaces de ponerse en el lugar del otro, por eso, no nos vale decirle, “tienes que compartir porque a ti también te gusta que te dejen los juguetes”.

¿como enseñarles?


1. Cuando los niños son pequeños, basta que les digamos que tenemos una norma en la familia, “compartir”, que además coincidirá con la que tengan la escuela infantil o en el colegio. Las explicaciones a esta edad tienen que ser sencillas, “hay que compartir”, y cuando no lo hacen, basta con retirar la atención al niño. Se la daremos al niño o al hermano que sí está compartiendo. De nada nos sirven las grandes charlas o los discursos que todavía no comprende, y con lo que además consigue atención.
2. Cuando el niño ya es más mayor, a partir de los 5 años, ya podemos entrar en explicaciones más complejas. A esta edad, empiezan a ser capaces de ponerse en el lugar del otro, y pueden llegar a entender que tienen que dejar sus cosas porque a ellos también les gusta que los demás compartan con ellos.

La Educacion en Valores

Este próximo mes iremos viendo la Educación en Valores!!!!!

lunes, 19 de octubre de 2015

La amistad

























La amistad infantil  es una relación afectiva entre dos o más personas. La amistad es una de las relaciones interpersonales más comunes que la mayoría de las personas tienen en la vida. La amistad se da en distintas etapas de la vida y en diferentes grados de importancia y trascendencia. La amistad nace cuando las personas encuentran inquietudes y sentimientos comunes. Hay amistades que nacen a los pocos minutos de relacionarse y otras que tardan años en hacerlo